lunes, 11 de marzo de 2019

Mirad - [Carta Abierta Vol. I]

Mirad,
no os voy a negar que me desespero,
que tengo miedo cuando siento,
y que espero mi camino ya muerto.

Mirad,
no os voy a negar mis lloros,
ni pensaré en falsos logros.
ni negaré que me cuesta subir solo.

Mirad,
no sé a quién conozco,
ni cuando me alejo cuando no floto,
ni sé, quizás, si sé de mi todo.

Mirad,
mi mente es amplia.
Ni puedo quejarme,
soy débil,
ni puedo gritar,
aunque sea feliz.

Mirad,
me abro a vosotros,
me quito mis antojos,
pero no puedo con mis despojos.

Mirad,
mis fallos me persiguen,
mi vida quiere ser libre,
pero mi mente es mi peor fetiche.

Mirad,
como suben ellos,
como yo me quedo,
y como no consigo lograr mis sueños.

Mirad,
es complicado cuando sufro,
y quiero mostrar otro ser,
quizás de otro mundo.

Mirad como vuelo,
como me alejo,
como alguien tal vez me eche de menos,
o como trepo,
por mis neuronas,
sin pisar jamás el suelo.

sábado, 10 de noviembre de 2018

Estoy en esos días del mes


Supongo que estoy en esos días del mes.
En los que ni me veo.
En los que no me siento.
Y en los que acepto todo sin peros.

Supongo que estoy en esos días del mes.
En los que el frío vuelve.
El calor no asiente.
Y en los que termino con mi presente.

Supongo que estoy en esos días del mes.
Y realmente creo que lo estoy.

Porque en mi ya no vuelvo.
En los que siento hundido mi velero.
Y en los que no consigo verlo.

Supongo que estoy en esos días del mes.
En los que no prefiero.
No abrazo a quién no merece mi salpicadero eterno.
Y en los que no consigo que despiertes sin miedos.

Supongo que estoy en esos días del mes.
En los que cuento tus reflejos.
En los que beso mis sueños.
Y en los que nunca me encuentro.

Supongo que estoy en esos días mes.
En los que conozco sin conocerme. 
En los que vuelvo a ser la criatura latente.
En que pienso que no seré lo suficiente.
Y no tener esa confianza en mis manos.
Es los que realmente me duele.

martes, 21 de agosto de 2018

Y vivo. O vivía. O eso pensaba.


Y vivo.
O vivía.
O eso pensaba.

O nuestras hojas podridas se secaron. Quién sabe cuantas veces hubiese luchado para mantener ese olor a libro nuevo que desprendía por las mañanas. Ahora uno piensa e incluso duda de sí mismo. Es extraño. O no. O lo que sea que fuese.

O simplemente más que dudar, echo de menos tatuarme un pintalabios por las noches. Era gracioso ver como lo único que distinguía entre unas sábanas blancas eran manchas rojas de su carmín. O azules. O negras. 

O en negro se disipó todo. Parecía que el complemento perfecto para nuestro café era la sal. Día tras días. O mejor, noche tras noches. Y es que trasnochaba y me hundía, y cuanto más me hundía, más me gustaba ahogarme.

Y vivo.
O vivía.
O eso pensaba.

O los dos éramos juglares cantándole a la nada. Intentando narrar nuestras hazañas que quedaron en leyendas. Ya sabes, parte de verdad o parte de mentira. Es curioso. O extravagante a veces. O no. O lo que sea que tu pensases.

O acaso creíamos que madurar consistía en no convertir en infierno la vida. Y es que cuando juegas siendo crío a subir una montaña, donde no te alcanzan tus manos, es cuando más posibilidades tienes de volver a morder el lodo. O la tierra. O mi cuello.

O mi cuello intenta o intentaba alzarse a veces para escapar de una realidad que no le gusta. Y sí, todos tenemos problemas y a cada uno le afecta a su manera, pero también es bonito tenerlos. Uno aprende, y cuando más aprende más ganas hay de escapar.

Y vivo.
O vivía.
O eso pensaba.
O me creía. 
O fuimos nosotros.
O nunca lo llegamos a ser.

domingo, 5 de agosto de 2018

#8

Nuestro pasado,
marcó,
sin mirar,
un futuro,
que en ese presente,
nunca quedaba marcado.

sábado, 4 de agosto de 2018

#7

Putada era saber que seguíamos unidos,
no físicamente,
sino en ese entorno que pocos conocen,
o pocos disfrutan.
Seguíamos unidos,
aunque nunca fuese real,
en nuestras mentes,
o nuestras lentes que solo cambiaban nuestra realidad.

viernes, 3 de agosto de 2018

#6

Nunca terminamos,
seguimos otras sendas,
sin nuestras manos,
ni sentimientos,
que un día se encontraron,
y que se terminaron separando.

jueves, 2 de agosto de 2018

#5

Y no era por dejar de querernos,
era por evitar daños,
malos años,
llantos,
y corazones desarmados.
No era por dejar de querernos,
era por ella,
por mi,
y nunca más ahogarnos.