lunes, 30 de marzo de 2015

Distancia se escribe con "M"


El cielo encapotado del lastrar futuros inciertos hacen que la vida separe entre aguas dos corazones cansados de vivir. Dos corazones de pasados oscuros y presentes alegres. Parece mentira que tenga que escribir esto cuando la inmensidad del cielo es azul a más no poder. Vida de jodidas y podridas, de subidas y vidas, de sabias y savia descompuesta. Mira como estará La Luna que ya quiere salir en Salamanca. No se atrevía estando tú aquí. El sol tiene que salir porque no le queda otro remedio, necesita alumbras tu pelo rojo y tus ojos de extrema necesidad de dormir. Abrazos amargos, besos tensos y separación de bienes. Bésame o cállame, lo que tú prefieras, joderme o deslumbrarme, tu eliges. Te tiendo el aparato que me ata a la vida y me tienta la vida surgida de ese aparato. Está claro cual digo, ese que algunos llaman los tambores de Semana Santa, lo que nos separa. Otra oportunidad insípida y alegre, promiscua y bebida, cuentagotas joder. Mórame, está claro que esto solo lo entiendo yo, ni tú ni el mundo es tan sabio para poder leer entre lineas con una lupa. Lee y no calle; ama, ama, y ensancha el alma decía Chinato. Que grande es el cabrón. Cállate joder, no hables, no ves que solo quiero que me grites. ¡Chs! al oído, ya sabes, como tú solo sabes. Nervios recorren los hilos de mi cuerpo y penas halladas en lo más profundo de mi ser, pero eso no es todo, lo que es todo es penal, no de fútbol eh, sino de pena, la pena marchitada y la pena machacada, ya no hay pena eh, ya solo quedan 14. ¿14 qué? Eso prefiero dejarlo para otro momento. Por cierto, no te calles que ya lo hago yo, susurrarme y profundizarme que es fácil nena. Las comas son fáciles, pero yo no quiero comas en esto.

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