domingo, 23 de agosto de 2015

No quiero divorciarme de la soledad



La soledad me espera en cada esquina de lo que algunos llaman el flujo interno vital. La soledad no es tan mala comparada con el negro latir de la verdad. La soledad es sin duda alguna mi mejor amiga cuando el cielo está cubierto por millones de hogueras que ya no quieren descansar. 

Pintemos la mañana con el triste azul verdoso, regalemos sonrisas a los indigentes que buscan unas migas de un minúsculo caballo que me lleve desnudo por la vereda del miedo. Dejemos que la melena se moje por las lágrimas del humo. Emparejemos miles de prostituídas hojas que sólo guardan dolor pasional y un apedreado puño izquierdo. 

¿Os imagináis un mundo sin guerras? 

¿Os imagináis que no haya fiestas por vuestras sábanas? 

¿Os imagináis cómo sería casarte con la soledad? 

¿Os imagináis una tetera llena de monedas que sin un cara y cruz te sonríen? 

Abrid mentes y no piernas fáciles. Cerrad dictaduras emparejadas y no amores solitarios. Hipócrita, puede que sí, pero... ¿Quién no lo es?

domingo, 2 de agosto de 2015

Libros, hojas, letras... ¿Pero antes?

Son papeles en blanco sacados del pulmón de la madre tierra. Son escaparates donde fijamos los ojos para comprar ideas. Son primaveras sin flores esperando a florecer. Son inquietantes mentes tramando un atentado contra sus sentimientos.

Son cachorros esperando la teta de su madre. Son hormigas cargadas con pensamientos frustrantes. Son malas hierbas aguardando a ser arrancadas. Son consoladores inútiles para las ninfómanas. Son como un Tarantino de la mano de su madre al cine.

Son cervezas sin espuma, incendios sin fuego, mentes sin neuronas, alcantarillas sin rejas, el Jerte sin sus flores blancas, son pueblos sin fiestas, son tormentas sin calma, son voces de los niños muertos en la Guerra Civil, son prostitutas sin esquina, son bares sin su whisky barato, son sujetadores con relleno, bragas depiladas e incluso son corazones de ejecutivos pendientes de cobrar.

Son motores sin gasolina, son Béjar sin sus fábricas textiles, son políticos prometiendo un futuro mejor, son amigos que nunca se iban a ir, y se fueron, son gatos persas rapados, son extremoduro sin Robe, son... ¿Qué son?

Nada se desliza por la cara de la maltratada sin que antes un perro sin correa ni vozal ataque. Nada es capaz de pensar y de sumergirse en el más profundo de los trances.

Busco un estilo que me haga ser diferente y sólo encuentro palos, palos y otro palo que han tirado desde el horizonte. Son penas inquietas pendientes de nacer, son...

                                      ¿Qué coño son?

¿Me voy a pinchar un gramo de soledad?



¿Sabéis lo que es la soledad? Os explico, la RAE dice que es la carencia voluntaria o involuntaria de compañía, ¿En serio?

Para alguno la soledad es la falta de amor, para otros de amigos, para otros de familiares… pero para mí, esa puta palabra, ese puto sentir, es lo que separa la felicidad de la tristeza. Es mejor no tener amigos y conformarte con conversaciones esporádicas con el espejo, que tener amigos y no poder disfrutar de ellos. Claramente eso creo que es para mi la soledad, el hecho de hablar con mucha gente, de que las mareas se lleven las lluvias que desprenden miles de corazones desapercibidos.

Dar y no recibir nada a cambio, ¿Valiente o tonto? No dar nada a cambio y recibir mucho, ¿Cabrón o espabilado? 

El amor es eso que necesita chutarse cualquier persona al menos una vez en la vida. Es la heroína de los ricos, solo que más fuerte. Es la paranoia bidimensional que separa dos mundos paralelos de trescientos mil cuatrocientos ochenta y siete kilómetros. Es el poder no sentirse solo a miles de kilómetros. 

Hay distintos tipos de amor, el fraternal, el sentimental, el de amistad, e incluso, y leed bien, el de odio. Sí, hay amores odiosos, amores pegados con super-glue de los chinos. Amores desenamorados de mil enamorados buscando amor. Odiosos desobedientes de otros mil enamorados buscando una pizca de cariño.


Oye Rulo, como tu bien dices, “Vamos a esquivar la soledad”.