sábado, 20 de agosto de 2016

Olimpo multiorgásmico



Tengo entre mis andares escalar la cima de cada uno de los puntos G que tu cuerpo llama para ser descubiertos.

Me aferraré, me arrastraré, me arañaré y me envolveré entre ellos. Juro, por Venus, que te olvidarás por un instante de esta sociedad lacrada por el tabú del sexo.

“Tus braguitas revolotean” decía Kutxi, pero seré yo el que revolotee por encima de ellas y me empape de tu sed, de tu sol, de tu Yin “tonic" y Yang.

Ni te imaginas como se envuelve mi cuerpo cuando tu carmín recorre mis poros y mis maldades; mis tejidos y mis verdades.

Que no quiero Paris, Venecia o Nueva York. Que quiero festivales de música orgásmicos entre iglúes escondidos.

¿Quién quiere ser feliz mientras no pueda abrirme paso entre entre tu valle fluvial?

“Lo único que nos da miedo cuando nos asomamos a la muerte y a la oscuridad es lo desconocido”, decía Albus. Pues toma mi mano, asomemos nuestros ojos en ese precipicio, y arráncame la ropa.

Quiero ser un Zeus entre noches con Dioniso esquivando a Artemisa y surcando los mares de Poseidon. Eso sí, que Afrodita nos envuelva entre las sábanas de las inmensas noches de Apolo y que Ares y Hades se alejen para no volver.

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