domingo, 31 de diciembre de 2017

2017 no besará a 2018

Que sí, que al final este año fue turbio.
Que sí, que al final nos disparamos entre lágrimas.
Que sí, que al final parece que toda tormenta no llegaba.

Que no, que todo fue producto de espejismos.
Que no, que ya no nos tocamos.
Que no, que todo fue casualidad.

Que sí, que ya no te quiero.
Que sí, que me gusta mentirme.
Que sí, que prefieres bañarte en sal llena de sangre.

Que no, que ya no habrá sábanas bañadas en sudor,
Que no, que parece que ya tiramos la toalla.
Que no, que no sabemos ni escondernos.

Que sí, que aprendimos de la vida.
Que sí, que seguiremos siendo igual de tontos.
Que sí, que no sabemos echarnos a volar.

Que no, que nos duchamos en nuestros lloros.
Que no, que no nos hablaremos.
Que no, que nos vayamos a la mierda.

Que sí, que 2017 fue turbio.
Que no, que 2018 no lo será,
o eso quiero.

domingo, 17 de diciembre de 2017

Madrid

Que sí, que me abrazaste,
pero no, no quiero tus manos.

En realidad nunca me gustaron las prisas,
ni las miradas deshechas.

Parece mentira que exista la Puerta de Alcalá,
entre tanto desorden de vida y pinturas.

Es increíble su magnitud,
pero más aún esta relación nunca resuelta.

Nos besamos en Moncloa,
y acabamos follando en Matadero.

Pensamos que nunca tendríamos nada,
y en realidad revoloteé entre tus bragas.

Nos emborrachamos en Gran Vía,
y acabamos por los suelos en Malasaña.

No quiero volver a verte estando con nosotros Callao,
pero sé que en realidad Sol siempre nos brillará.

Que sí, que puede que algún día te abrace,
pero, en ese momento, ya no querrás mis manos.

viernes, 15 de diciembre de 2017

Y nos volvimos a ver

Y nos volvimos a ver.
Y volvías.

Y nos volvimos a ver.
Y todo era un espejismo.

Y nos volvimos a ver.
Y todo parecía un cuento.

Y nos volvimos a ver.
Y el tiempo no pasaba.

Y nos volvimos a ver.
Y la cerveza nos hundía.

Y nos volvimos a ver.
Y me sumergía en mis ideas.

Y nos volvimos a ver.
Y me convertí en rojo sangre.

Y nos volvimos a ver.
Y parecía que todo se teñía.

Y nos volvimos a ver.
Y mis manos volaban en tus caderas.

Y nos volvimos a ver.
Y mi fuente se agotaba.

Y nos volvimos a ver.

Y nunca más volvías.

domingo, 10 de diciembre de 2017

Ella me afirmaba y yo negaba.

Y sí.
Y no.
Y ella me afirmaba,
Y yo negaba todo.

Y sí.
Y no.
Y ella me latía.
Y yo jugaba con sus bragas.

Y sí.
Y no.
Y ella me intentaba sacar.
Y yo no quería salir.

Y sí.
Y no.
Y ella patrocinaba mi cama.
Y yo no sabía mostrarme.

Y sí.
Y no.
Y ella nunca me odió.
Y yo siempre me odiaba.

Y sí.
Y no.
Y ella pensaba en mis miedos.
Y yo no pensaba en sus pesadillas.

Y sí.
Y no.
Y ella solo me quería.
Y yo solo quería aprender a quererla.

Y sí,
Y no.
Y ella me afirmaba.

Y yo le negaba todo.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Puede ser que cada vez

Puede ser que cada vez que nos veamos las tempestades se vayan apaciguando.
Puede ser que cada vez que nos toquemos ya no nos recordemos.
Puede ser que cada vez que nos dejemos llevar nos quedemos en el sitio.
Puede ser que cada vez la cerveza se vuelva a convertir de roja a rubia.
Puede ser que cada vez nos enfriemos mientras la cama sigue caliente.
Puede ser que cada vez nos mintamos nos respondamos con besos.
Puede ser que cada vez que nos miremos nos volvamos ciegos.
Puede ser que cada vez sea más frío cada verano en tus aguas.

O puede ser que cada vez nos sigamos gritando en silencio mientras el fuego se apaga en el gas de tu mechero.

sábado, 25 de noviembre de 2017

Parece mentira

Parece mentira que en ocasiones en la que el agua no moja el carmín de tus labios cree en mi esa profunda incertidumbre que hace que cualquier deseo sea una mentira piadosa.

Parece mentira que en esta profunda tranquilidad que me invadía se pusiese en guerra por cualquier conflicto que creaba tu sonrisa en mis cimientos.

Parece mentira que aquella alegría que producía el cariño de tus labios en el amor de amiga naturaleza, no dejase florecer aquellos odios insensatos mirando el mar de Reus.

Parece mentira que en cada uno de mis sueños se predijese toda la tempestad que mi pensamiento más impuro no dejaba caminar, o mejor dicho, que me producía aquella ida de olla maltrecha por los olivos de Jerusalén.

Parece mentira que cada esquina de tu cama ya no produjese ese placer que nos llevaba al más amargo frenesí de Venus,

Parece mentira que esa frustración insana que se escondía en el armario no dejase ver el enredo que teníamos en el País de las Maravillas.

Parece mentira que viajando por el mar de tus caderas no quedasen corazonadas de cumplir tus objetivos más limpios de impurezas corroídas.

Parece mentira que la devoción que tenía ante tus pies no produjesen el respeto por encima de todo que nunca supe cuidar.

Parece mentira que la envidia sana que sentía ante tus cueros me dijesen susurrando que faltaba algo por hacer, o simplemente, alguien a quién recurrir.

Lo que nunca nos dijimos

Dijimos que volar era para gente segura, para gente que no sabía sí volver o no, para gente que solo pensaba que las alas servían para esconder sus bragas.

Dijimos que sentir nuestra huida sería el primer paso para echarnos de menos. Que seríamos valiente en un mundo donde lo pequeño se hace eterno.

Dijimos que nuestros caminos se separarían para que en un futuro pudiésemos vivir en una paz eterna. En una paz desconocida a la que nos follaríamos sin prostituirnos.

Dijimos que seríamos fuertes pero somos aquellos débiles a los que nunca nos comprendieron. A los que nunca se atrevieron a toser.

Dijimos que volveríamos en ese campo sembrado de odio, pero la vida siempre depara accidentes intencionados. Accidentes que nunca más se volverán a ver.

Dijimos que serías las montañas frías de verano, y que serías el eterno infierno del otoño.

domingo, 15 de octubre de 2017

Un juego y tres esquinas

Estamos soñando con puercos,
e intentamos fumarnos el viento.
Nos follamos como dos muertos,
intendo bajarme del cielo.

No quieras que surja el momento,
no piensen que todo me invento.
No creas que intento estar cuerdo,
no siempre fuimos eternos.

Quiero volar y ver el infierno,
quiero tocarte en tu juego,
perderme entre tus cleros,
y viajar donde nadie lo ha hecho.

Puede que todo esto, que surgió como un entretenimiento,
se hiciese más grande para no encontrarme en tu pelo.

sábado, 14 de octubre de 2017

Suicidio de varios egos

No sé, pero es extraño ese punto sin ego. Es extraño ver como todo lo que nos rodea se hace cada vez más grande y ver piedras del olimpo que se estampan contra tus cueros.

Ese ego que haría que la muerte no se entere o que simplemente no haga que quiera cantar en discotecas de mala muerte con el demonio a mis espaldas mientras me bebe.

Veo un falso rojo escapándose azotando un montón de mesetas que riego cada día sin esperanza, sin pasión, sin alegrías o sin antiguas hazañas.

Cada recuerdo clava una pequeña navaja en cada poro de mi mente, y sin fuerza alguna, mirando el cielo, ya no sé qué que cueva siente.


Esperaré sentando en mi ventana, mirando tu culo pasar en cada hoja de papel, o esperando poder volver a tener ese incendio que me haga volver a creer.

miércoles, 11 de octubre de 2017

Caricias de un carmín

Puede que miles de veces pensase que no estabas ahí, o que simplemente jugábamos a un juego en el que los dos sabíamos que perderíamos.

Puede que cientos de veces pensase que dejaríamos de volar, o que simplemente yo no supe construir las alas de este avión.

Puede que miles de veces la balanza se correspondiese con los dos, o que simplemente no supe poner el peso adecuado.

Puede que cientos de veces dudase de que tu pelo taparía todo, o que simplemente cerraría los ojos para no ver el punto muerto en que estábamos.

La soledad es para cobardes, dicen algunos, otros dicen que el amor es para valientes. Para gente con principios. Para gente que sabe cargar con el mundo a sus espaldas.

Mi opinión es otra con respecto a lo que he vivido. Pienso que la soledad es para los valientes que no se atrevieron a decir las cosas comportándose como cobardes. Que aquel que supo amar y recibir afecto y caricias de un carmín que te sabes de memoria, sabe lo que es vivir. Y Neruda, ese puto sabio, como bien tituló, confieso que he vivido.

sábado, 8 de julio de 2017

Finito sin límite

Tus bodegas esconden el mayor de los tesoros encontrados. Los piratas me saquearán y torturarán para que tan preciado botín sea suyo. Lucharé aunque la muerte me bese la frente y las fuerzas me flaqueen para no volver.

Resurgiré entonces como el viejo de Hemingway y lucharé contra aquel pez que me devuelva mi integridad y mi vida.

El espíritu luchador se apoderará de mi para que juntos, con nuestra mente y estrategia, no tengamos que utilizar arma alguna y salgamos a flote en la escarcha más fría del Polo Norte.

En mis manos irán un pergamino y una pluma que haga que entre nosotros se escriba la caída de la barrera que separa tu carmín de mi cuello.

Más tardé volaré entre tu valle glaciar y nos convertiremos en infierno mientras resurgimos de las cenizas del Fénix.

No habrá lugar para lamentos y no habrá cabida para nadie que quiera cortar el tronco que juntos cosechamos.

Gritaremos y arderemos entre gemidos hasta subir a la cima más caliente del Everest mientras nuestros ojos miran a un finito sin límite.

Ven, sacude y vuela. Ven, rompe y palpita. Ven, y si quieres, surcaremos en barca el más profundo de los Océanos.

miércoles, 14 de junio de 2017

En busca de un Vis a Vis

Nunca supe como escribirte una carta y en muchas ocasiones no he sabido perderme entre los andares de tu carmín. Mi voz no puede gritar y anda entre rejas por ti. Simplemente busco un vis a vis que pueda fusionar el sudor de nuestros labios. Es difícil como el mar no puede abarcar nuestras miradas, y como el sol no quema ya nuestros infiernos.

Impresiona. Impresionan nuestros revoloteos e impresiona como la sangre ya no corre por el cielo que construimos. Las farolas iluminan la habitación vacía que dejamos, y las bombillas de mi ojos explotan cuando estallo en horizontal. 

Por lo vivido y lo bebido. Por las esquinas sin cobrar que forjamos. Por el sexo y tus besos. Por nosotros y por ellos. Por los filtros y las desganas. Por el monte de tu cuerpo y por perderme en él. Por meter mis orejas mientras te sujeto.

Suéltame y saltemos. Volaremos con los ojos cerrados y viajaremos por cajas de horrores, pero siempre con final feliz. Por poner el ancla y bajar por los toboganes de tu cuerpo. Me encanta como me deslizo por él.


Por mis pelos y mis antiguos celos. Por mis cerros y tus perros. Por ti y por mi. Por saber que solo existe una señal de stop que lograría parar mis impulsos animales por ti.

lunes, 5 de junio de 2017

Nuestro amor nunca será correspondido

Sal de mi cabeza, que sin ser una persona física, has hecho más daño que otra cualquiera. 

Nos conocimos hace dos años 
y desde entonces me has acompañado.
Mi cama fue nuestro refugio,
y yo no supe frenar tantos disturbios.

Me acariciaste y me besaste como ninguna,
follaste hasta perder el control con mi soledad diurna.
En esas noches, te echaba de menos,
solo quería hablar y entretenerme sin celos.

La cerveza me besaba las venas,
y con ella nunca te soltabas la melena.
No sabías que hacer con ella,
la mataste porque sabías que siempre te frena.

Sabías como causarme un terremoto,
y yo intentaba golpearte, mejor estando solo.
Siempre repetías males como un loro,
para que te fueras, te daría un soborno.

Vete y no vuelvas.
No ves que solo causas mareas.
Vete y no vuelvas,
no serás bienvenida a cualquier verdad resuelta.


lunes, 6 de marzo de 2017

Microrecuerdos.

El tiempo es el mejor médico para las ganas de volar. Si vuelas, volaremos. Si caes y te rompes, mi botiquín será tuyo.

Mírame a los ojos, y escupe de una vez tu ansia.
Mírame a los ojos, y llora mi puto infierno.
Mírame a los ojos, y di que te vas.
Mírame a los ojos, y sangra tus árboles.
Mírame a los ojos, y piensa en tu cárcel.
Mírame a los ojos, y quizás, si quieres, podamos volver a borrar cicatrices.


La luz duerme, pero mis ganas son más potentes.