sábado, 8 de julio de 2017

Finito sin límite

Tus bodegas esconden el mayor de los tesoros encontrados. Los piratas me saquearán y torturarán para que tan preciado botín sea suyo. Lucharé aunque la muerte me bese la frente y las fuerzas me flaqueen para no volver.

Resurgiré entonces como el viejo de Hemingway y lucharé contra aquel pez que me devuelva mi integridad y mi vida.

El espíritu luchador se apoderará de mi para que juntos, con nuestra mente y estrategia, no tengamos que utilizar arma alguna y salgamos a flote en la escarcha más fría del Polo Norte.

En mis manos irán un pergamino y una pluma que haga que entre nosotros se escriba la caída de la barrera que separa tu carmín de mi cuello.

Más tardé volaré entre tu valle glaciar y nos convertiremos en infierno mientras resurgimos de las cenizas del Fénix.

No habrá lugar para lamentos y no habrá cabida para nadie que quiera cortar el tronco que juntos cosechamos.

Gritaremos y arderemos entre gemidos hasta subir a la cima más caliente del Everest mientras nuestros ojos miran a un finito sin límite.

Ven, sacude y vuela. Ven, rompe y palpita. Ven, y si quieres, surcaremos en barca el más profundo de los Océanos.