domingo, 15 de octubre de 2017

Un juego y tres esquinas

Estamos soñando con puercos,
e intentamos fumarnos el viento.
Nos follamos como dos muertos,
intendo bajarme del cielo.

No quieras que surja el momento,
no piensen que todo me invento.
No creas que intento estar cuerdo,
no siempre fuimos eternos.

Quiero volar y ver el infierno,
quiero tocarte en tu juego,
perderme entre tus cleros,
y viajar donde nadie lo ha hecho.

Puede que todo esto, que surgió como un entretenimiento,
se hiciese más grande para no encontrarme en tu pelo.

sábado, 14 de octubre de 2017

Suicidio de varios egos

No sé, pero es extraño ese punto sin ego. Es extraño ver como todo lo que nos rodea se hace cada vez más grande y ver piedras del olimpo que se estampan contra tus cueros.

Ese ego que haría que la muerte no se entere o que simplemente no haga que quiera cantar en discotecas de mala muerte con el demonio a mis espaldas mientras me bebe.

Veo un falso rojo escapándose azotando un montón de mesetas que riego cada día sin esperanza, sin pasión, sin alegrías o sin antiguas hazañas.

Cada recuerdo clava una pequeña navaja en cada poro de mi mente, y sin fuerza alguna, mirando el cielo, ya no sé qué que cueva siente.


Esperaré sentando en mi ventana, mirando tu culo pasar en cada hoja de papel, o esperando poder volver a tener ese incendio que me haga volver a creer.

miércoles, 11 de octubre de 2017

Caricias de un carmín

Puede que miles de veces pensase que no estabas ahí, o que simplemente jugábamos a un juego en el que los dos sabíamos que perderíamos.

Puede que cientos de veces pensase que dejaríamos de volar, o que simplemente yo no supe construir las alas de este avión.

Puede que miles de veces la balanza se correspondiese con los dos, o que simplemente no supe poner el peso adecuado.

Puede que cientos de veces dudase de que tu pelo taparía todo, o que simplemente cerraría los ojos para no ver el punto muerto en que estábamos.

La soledad es para cobardes, dicen algunos, otros dicen que el amor es para valientes. Para gente con principios. Para gente que sabe cargar con el mundo a sus espaldas.

Mi opinión es otra con respecto a lo que he vivido. Pienso que la soledad es para los valientes que no se atrevieron a decir las cosas comportándose como cobardes. Que aquel que supo amar y recibir afecto y caricias de un carmín que te sabes de memoria, sabe lo que es vivir. Y Neruda, ese puto sabio, como bien tituló, confieso que he vivido.