domingo, 17 de diciembre de 2017

Madrid

Que sí, que me abrazaste,
pero no, no quiero tus manos.

En realidad nunca me gustaron las prisas,
ni las miradas deshechas.

Parece mentira que exista la Puerta de Alcalá,
entre tanto desorden de vida y pinturas.

Es increíble su magnitud,
pero más aún esta relación nunca resuelta.

Nos besamos en Moncloa,
y acabamos follando en Matadero.

Pensamos que nunca tendríamos nada,
y en realidad revoloteé entre tus bragas.

Nos emborrachamos en Gran Vía,
y acabamos por los suelos en Malasaña.

No quiero volver a verte estando con nosotros Callao,
pero sé que en realidad Sol siempre nos brillará.

Que sí, que puede que algún día te abrace,
pero, en ese momento, ya no querrás mis manos.

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