El fallo era yo,
confiando.
Desesperado por volver,
desencantado por tus formas.
El fallo era yo,
por creer.
Por pensar en nuestras manos,
por cortarme las alas.
El fallo era yo,
e intentaba.
Me elevaba hasta el infierno,
y las mentiras me sobrepasaban.
El fallo era yo,
y morí.
Renací de las cenizas,
y el fénix me lanzó tus balas.
El fallo era yo,
y lo sigo siendo.
El fallo era yo,
y buscabas amores cuentos.
El fallo era yo,
y ahora te vas,
con quien respira,
en tu nuca,
unos metros.
con quien respira,
en tu nuca,
unos metros.
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