sábado, 24 de marzo de 2018

¿Y en qué piensas ahora?


Y nunca llegué a ser lo peor.
No llegué a ser esa persona con la sueñas.
Con la que te despeñas.
O con la que nunca te empeñas.

Y nunca llegué a ser lo peor.
Hasta que no abrazas.
Cuando siento que no me faltas.
Mientras tu rojo ya no desfasa.

Y nunca llegué a ser lo peor.
Porque te empeñas en imposibles.
En ser impasible ante el alma.
Hasta que no sabes ni donde te derrumbas al alba.

Y nunca llegué a ser lo peor.
Porque entre tus besos me perdía.
Porque sentía que fingía perfecta armonía.

Porque aunque siendo clave, no lograste ser aquel ser con problemas nunca graves.

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