domingo, 23 de agosto de 2015

No quiero divorciarme de la soledad



La soledad me espera en cada esquina de lo que algunos llaman el flujo interno vital. La soledad no es tan mala comparada con el negro latir de la verdad. La soledad es sin duda alguna mi mejor amiga cuando el cielo está cubierto por millones de hogueras que ya no quieren descansar. 

Pintemos la mañana con el triste azul verdoso, regalemos sonrisas a los indigentes que buscan unas migas de un minúsculo caballo que me lleve desnudo por la vereda del miedo. Dejemos que la melena se moje por las lágrimas del humo. Emparejemos miles de prostituídas hojas que sólo guardan dolor pasional y un apedreado puño izquierdo. 

¿Os imagináis un mundo sin guerras? 

¿Os imagináis que no haya fiestas por vuestras sábanas? 

¿Os imagináis cómo sería casarte con la soledad? 

¿Os imagináis una tetera llena de monedas que sin un cara y cruz te sonríen? 

Abrid mentes y no piernas fáciles. Cerrad dictaduras emparejadas y no amores solitarios. Hipócrita, puede que sí, pero... ¿Quién no lo es?

No hay comentarios:

Publicar un comentario